ANATOMIA EQUINA

ANATOMIA EQUINA: CAÑAS, TENDONES , MENUDILLO Y CUARTILLA.
- Cañas y tendones (metacarpo):
Las bases de la caña son, por delante el hueso de la caña y por detrás los tendones fijados a los grandes sesamoideos. El gran tendón es el flexor de las falanges y el pequeño el suspensor del menudillo.
Los tendones desempeñan un papel de sostén y amortiguador sobre todo, pero también de propulsión: deben ser enjutos, rotundos, bien destacados, fuertes y rectilíneos.
Inversamente pueden estar dañados o debilitados por el exceso de trabajo, aparte de los posibles accidentes de gravedad, como el recalentamiento o el dacado. Las taras de las cañas y de los tendones son los sobre huesos, tumores óseos que se encuentran así mismo sobre la rodilla y el menudillo y dolencias sinoviales, tales como tumores o vejigas.
- Menudillo:
Su base es la articulación metacarpo y de las falanges ajustadas en su cara posterior por la polea sesamoidea (amortiguadora). En su cara posterior observa el espolón, vestigio de un dedo atrofiado, apenas visible en el pura sangre. El menudillo está rodeado de crines que no deben afeitarse para proteger a esas regiones contra las grietas.
El menudillo debe ser ancho y medianamente largo, recto en el eje del miembro para una buena inclinación de las falanges (60º).
El caballo que "carece de puños" tiene los menudillos menudos y estrechos.
- Cuartilla:
Corresponde a la primera falange del hombre. Ancha y suficientemente recta para estar en relación con el menudillo y la caña, estará inclinada hacia delante aproximadamente unos 60º en los anteriores y 65º en los posteriores.
Según el caballo tenga largas o cortas la primeras falanges, se le llama "corto o largo de cuartillas o cuartillón". En el primer caso, las reacciones son duras y los huesos sobre cargados en provecho de los tendones; en el segundo, las reacciones son más elásticas, pero los tendones soportan el mayor esfuerzo a riesgo de padecer.
Las taras más comunes son: las formas, los tumores óseos, falangianos, coronarios o cartilaginosos, que pueden provocar cojera. Las grietas son debidas al frío y la humedad, por lo que conviene secar bien las cuartillas y los menudillos.