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miércoles, 21 de febrero de 2018

Cinco años y medio de cárcel para un vecino de Cáceres, la mayor condena por maltrato animal en España



El condenado mantenía a sus caballos y burros en "condiciones higiénicas insalubres", "esqueléticos" y con "grandes heridas"


Tres Burros en Madrid, en una imagen de archivo.

El Juzgado de lo Penal número 1 de Cáceres ha condenado a un vecino de Ceclavín, un pueblo de apenas 1.900 habitantes de esta provincia extremeña, a cinco años y medio de cárcel como autor de diez delitos de maltrato animal, uno por cada espécimen afectado. La sentencia, es firme y es la mayor por este tipo de crímenes en la historia de España. El condenado tenía una parcela en este municipio en la que custodiaba hasta verano de 2016 a diez ejemplares de estas especies en "condiciones higiénicas insalubres", sin alimento en los comederos y con poca agua en los abrevaderos, según el fallo, que también recoge que estaban "esqueléticos" y sufrían "grandes heridas", algunas abiertas y otras inflamadas, y que no habían recibido asistencia veterinaria.Es el primer caso [de maltrato animal] en España que seguramente conllevará una entrada en prisión porque las penas de cárcel son de cinco años y medio", explica por teléfono a este diario Mariano Mariño, abogado junto a Raquel López de la acusación particular, ejercida por el Refugio del burrito, una organización británica sin ánimo de lucro que trabaja desde hace 45 años por la protección del asno en el mundo. En realidad, la primera persona en ingresar en prisión por maltratar animales fue Eugenio Sánchez, que en octubre de 2015 pasó 15 días entre rejaspor matar a palos a su caballo tras los malos resultados que obtuvo en una competición en 2012. La sentencia del vecino de Ceclavín es firme —se ha pasado el plazo para recurrir—, pero el abogado del acusado ha pedido la suspensión de la pena o, en su defecto, el cambio de la condena por trabajos a la comunidad
  1. El juez especifica en la sentencia, del pasado 5 de diciembre pero dada a conocer este viernes, que el condenado mantenía a los equinos "sin tener 
  2. Tres Burros en Madrid, en una imagen de archivo. 
  3. a ninguno dado de alta y, en su mayor parte, sin chip identificativo", además de carecer de instalaciones para su cuidado. El fallo, en fin, responsabiliza al condenado de siete delitos de maltrato animal y de otros tres de maltrato animal agravado. Por los primeros le impone una pena de seis meses de cárcel por cada uno de ellos; por los tres agravados, ocho meses por cada uno. También deberá pagar 7.500 euros en concepto de indemnización al Refugio del burrito, que se encargó en el verano de 2016 de rescatar a los animales, de trasladarlos a una parcela del municipio extremeño de Portaje, de vacunarlos y de alimentarlos. Aunque siete de los animales maltratados han sobrevivido, otros tres tuvieron que ser sacrificados debido al estado de desnutrición que sufrían. Sin embargo, la defensa ha pedido un auto de insolvencia para no pagar el dinero a esta asociación
  4. "Lo interesante de la sentencia es que tratan a cada animal como delito de maltrato independiente, cuando hasta ahora consideraban que en estos casos había un maltrato único. Es lo normal lo que ha pasado en este caso, porque si se comete un asesinato sobre diez personas se juzgaría al acusado por diez asesinatos", explica Mariano Mariño. Según datos del Refugio del Burrito, es la segunda sentencia en España en la que se le imputan al acusado delitos por cada uno de los animales muertos o maltratados, explica Verónica Sánchez, directora en España de esta asociación. El primer caso fue el de un hombre detenido en Valencia en julio de 2016 por arrojar un líquido corrosivo a una camada de gatos.
  5. En los demás casos, sin embargo, el maltrato animal fue tratado como un todo. Uno de los juicios más mediáticos fue al que se enfrentó Carmen Marín, expresidenta de la protectora Parque Animal de Torremolinos, en Málaga, que fue condenada a tres años y nueve meses de prisión por el sacrificio “masivo” e “indiscriminado” de perros y gatos en este albergue por los delitos de maltrato animal doméstico y falsedad en documento oficial, además de por intrusismo profesional. En total, Marín acabó con la vida de 2.183 perros y gatos.
  6. La investigación contra el condenado comenzó con dos inspecciones del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en verano de 2016. En ellas se halló el cadáver en estado de descomposición de un caballo y un mulo suelto en el camino de la Trocha del río, junto a la parcela del acusado. También se observaron restos de otros cuatro ejemplares. El Juzgado de Cáceres retiró entonces cautelarmente el derecho del acusado sobre los animales ante la falta de adopción de medidas para solventar la situación. 18 equinos fueron entregados en depósito a El Refugio del burrito y Wiston, una asociación que ayuda a los caballos maltratados.
Además, otros dos de los animales que vivían en la parcela de Ceclavín no lograron sobrevivir: un caballo murió 24 horas antes del traslado y una yegua preñada con fractura de radio tuvo que ser sacrificada. Tras un examen veterinario y recibir asistencia y medicación, se descubrió que diez de los animales sufrían lesiones que comprometían gravemente su salud por la falta de cuidado del condenado.





Denuncian un "nuevo caso de crueldad" por un caballo con las patas atadas en Oroso

Denuncian un "nuevo caso de crueldad" por un caballo con las patas atadas en Oroso

Animalistas apuntan que estas prácticas constituyen un "delito de maltrato animal"

19.02.2018 |
Caballo con una tranca en sus patas (archivo) 
La plataforma de denuncias anónimas contra el maltrato a caballos SenPexas.info, administrada por la asociación animalista Libera, ha publicado un "nuevo caso de crueldad" por un caballo con las patas atadas en el término municipal de Oroso (A Coruña).
Según explica Libera en un comunicado, "estas prácticas, desde la colocación de las conocidas popularmente como 'trancas' o 'pexas', hasta cadenas, cuerdas e incluso mangueras domésticas", son "constitutivas de un delito de maltrato animal, penado con hasta un año de prisión y con inhabilitaciónpara la tenencia, comercio u oficio relacionado con seres vivos por un máximo de 36 meses".
A pesar de incurrir en delitos contra la integridad de los animales, "la falta generalizada de identificación de los équidos, que resulta obligatoria por norma, sigue dificultando la actuación de los diversos cuerpos de seguridad que, como el Seprona de la Guardia Civil avisado en el caso de Oroso, se encuentran con graves problemas para dar con los responsables de la colocación de cepos a los caballos", advierte la asociación.
Los animalistas advierten, además, de que la entrada en vigor de la nueva Ley de Bienestar Animal el pasado mes de enero y la exclusión de los équidos del ámbito de protección de la norma, "supone una profunda desventaja a la hora de denunciar casos de este tipo por la vía administrativa, ya que quedan desprotegidos en relación a la anterior ley, de 1993".
"Desde 2012 la línea de denuncia de estas organizaciones en defensa de los animales ha registrado 157 notificaciones, que suponen al menos 200 caballos con toda clase de artefactos en sus patas, que provocan desde deformaciones de las extremidades hasta mutilaciones y la muerte del propio animal por una infección", señala.
Liberad y FFW recuerdan que "el Ayuntamiento de Oroso ostenta competencias, al igual que los 312 municipios restantes de la comunidad", en materia de protección de los animales, y que "su obligación sería haber comunicado esta situación a Seprona o a la Consellería de Medio Rural".